Uno de los comerciales de Obama dirigido a jóvenes, causó gran polémica por el tema de “la primera vez” pero se viralizó gracias a su contenido humorístico.
Por: Ivonne García.
No hay un reto más grande que el de manejar la imagen y la campaña digital de un candidato presidencial, más si se trata de el presidente de los Estados Unidos. Poniendo un punto bastante alto con su primera candidatura en 2008, Barack Obama enfrentó diversos desafíos en esta segunda campaña, no solo por ser uno de los pioneros en la materia, también por tener que demostrar que los esfuerzos digitales se capitalizan en las urnas. Este es un pequeño análisis de las lecciones que podemos aprender, no solo en social media sino también en el manejo de la reputación online.
No hay un reto más grande que el de manejar la imagen y la campaña digital de un candidato presidencial, más si se trata de el presidente de los Estados Unidos. Poniendo un punto bastante alto con su primera candidatura en 2008, Barack Obama enfrentó diversos desafíos en esta segunda campaña, no solo por ser uno de los pioneros en la materia, también por tener que demostrar que los esfuerzos digitales se capitalizan en las urnas. Este es un pequeño análisis de las lecciones que podemos aprender, no solo en social media sino también en el manejo de la reputación online.
La tarea fue grande pero no imposible para Blue State Digital la agencia que manejó la estrategia en redes del presidente Obama. A través de campañas de recaudación de fondos, e-mails, social media marketing, diseño, video web, semilleros, contenido generado por staff y usuarios, uso de analytics y optimización de última tecnología y movilización a través de voz a voz lograron sacar adelante una campaña desde ceros hasta el último momento de las elecciones.
Las acciones fueron claras y ejemplares, por eso enumeramos algunas de las enseñanzas que quedaron de tan memorable campaña:
1. El activismo online funciona
Con más de 1.400.000 direcciones de correo de simpatizantes fueron solo la punta del iceberg de la cantidad de acciones que se llevaron a cabo voluntariamente por simpatizantes del candidato: más de 50.000 entradas de blog y 20.000 eventos hicieron de esta una de las campañas de activismo más eficaces en la historia, el poder de convocatoria así como los mensajes correctos invitan a las audiencias a participar y actuar.
2. No son solo las redes sociales
Si bien son una de las herramientas que potencian cualquier estrategia no son el corazón de la misma. Contrario a la primera campaña electoral en 2008, Twitter no se llevó el protagonismo en esta ocasión, fue la integración de Facebook (Ads también), Twitter, Google+, Instagram, Flickr, mensajes virales en Tumblr y YouTube complementadas con acciones televisivas y de e-mail marketing que le dieron una presencia global al candidato.
3. Conoce a tu audiencia
El hecho de que la población joven sea la más activa digitalmente también le dio un margen de victoria muy amplio en esa área demográfica mientras que Romney se dedicó a un sector muy específico y cliché: la población blanca del país. A la hora de distribuir los contenidos esto influyó fuertemente en la victoria de Obama, quién no solo orientó esfuerzos a las mayorías pero creó una estrategia de sensibilización y acceso a las minorías que definió el resultado final.
Claramente, se aprendieron muchas más cosas, no solo en materia digital sino de medios y reputación, por eso dejo la discusión abierta para nuevos enfoques con respecto a este caso de éxito 2.0 ¿Qué piensan? ¿Se ha convertido el mundo digital en el nuevo campo de batalla electoral?
Infografía hecha por Thomas Pardee. Fuente: Ad Age data y Pew Research Center's Project for Excellence in Journalism (via Ad Age).
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