Twitter… ¡Mátame!

Todos los días muere una celebridad en Twitter: ¿esto trae algún beneficio para ellos? Foto: Elizabeth Grace (vía Flickr).

Por: Edwin Betancur.

Arranca el año y ya aparece la primera celebridad enviada al más allá por Twitter. El 2013 empieza a usar el conocido R.I.P. (Rest in Peace), esta vez para Megan Fox. La actriz estadounidense acaba de ser asesinada y se convirtió en una tendencia mundial irradiada en segundos. Varias personalidades como Hugo Chávez, Bon Jovi, Chespirito, Chris Brown y Jackie Chan, fueron matadas en la red de los 140 caracteres durante 2012… Sin embargo, la pregunta es: ¿Qué tan beneficioso es ser matado por la red social más inmediata del planeta?

Más allá de que sea un chiste o una mala información, que para muchos son simples tendencias que no deben tomarse en serio, la incidencia de un tweet como este, supera la superficialidad del contenido. Un corto mensaje que cambia el diario de una persona y que le aumenta su popularidad en cuestión de segundos, literalmente de la noche a la mañana.

Una duda para responder, es si una tendencia de estas, falsa, es inútil o funciona en algunos casos. Si echamos un vistazo a la cantidad de followers que recibe la persona “asesinada”, es un punto a favor, ya que muchas estrellas viven de pregonar cada paso que dan. Así como lo ejemplifican Kim Kardashian, o la cantante Carly Rae Jepsen, intérprete de la canción Call me maybe y, quien logró popularidad, en gran parte gracias a un retweet del cantante Justin Bieber.

Incluso cuestionemos la procedencia de estas tendencias. Es importante preguntarse si los muertos de Twitter son creados por personas cercanas a los artistas. Esto podría refrescar la imagen de una persona gracias al poderoso word-of-mouth que se convierte en una herramienta que se multiplica en segundos por el mundo, una bomba imparable para bien o para mal. Estamos frente a la inmediatez, hoy de una red social, que indudablemente cuestiona las primicias o chivas que acostumbraban los medios masivos de comunicación, quienes dedican su trabajo a la confirmación, ya que Twitter es el rey de la primicia. Se convirtió en la máquina de hacer noticias de la modernidad.

Otra situación que se debe analizar con estas tendencias mortales, es la gran autoridad que hoy tienen los usuarios, si es que no la ejercen toda. Twitter le ha entregado la opción a las personas de hablar sobre lo que quieran y la censura parece desechada. Tendencias falsas que han puesto a todos a hablar del mismo tema, sin ningún sustento en la realidad, han demostrado el empoderamiento que los usuarios adquieren y, sobre todo, lo que pueden llegar a hacer.  Es un juego de poderes en los que la fama, la aceptación y hasta la socialización es 2.0. La batalla es contra la realidad, un mundo offline que parece estar perdiendo la guerra.

Los internautas son ahora los dueños de la información y sobre lo que disparan repentinamente. La teoría de que la gente traga entero se cae. Las personas comienzan a seguirle la pista a estas tendencias esperando una reacción del afectado. La duda impera y los usuarios son cada vez más aventajados, comienzan a cuestionar todo y socializan el impacto de redes como Twitter. La suposición, el rumor y el chisme están jugando un papel trascendente. Esos temas que los profesores suelen criticar en las escuelas de periodismo, sobre prensa light o la información banal, se han convertido en los titulares de la prensa.

La información de la muerte de la actriz de Transformers, arroja, sólo en la categoría noticias de Google, más de 10 mil artículos relacionados. Con esto podremos imaginar, porque calcular se queda corto, cuántos miles o millones de usuarios, están buscando el nombre Megan Fox en cualquier lugar del planeta, como resultado de un tweet que hoy la pone en boca de medio mundo… ¿qué tan malo entonces es morir por culpa de una falsa tendencia en Twitter?

Y si ahora, varios diarios anuncian sus cierres en físico para estar sólo en la red, la muerte verdadera del papel y no una falsa tendencia. No sólo nos asegura que los lectores y públicos están en otro lugar, sino que situaciones como asesinar en línea, no deben suponerse pasajeras. Estudiar este tema a fondo nos indicará las condiciones sicológicas, sociales y políticas de los internautas que nos llevarán a descubrir por qué este word-of-mouth es tan poderoso, al punto que una estrella podría desear la muerte en o por una red social.